El Swing
potente, sin esfuerzo a la vista y magnífico es directamente proporcional a tu condición
física.
Quisiera
comenzar este artículo nombrando que vengo de una familia totalmente adictiva
al golf (como suele suceder con este bello deporte), y que juego desde que
tengo 7 años.
El golf es un
deporte de repetición lo que hace que nuestras articulaciones, ligamentos y
músculos estén sometidos a un desgaste si no se cuidan de forma adecuada.
Resulta
curioso que a pesar de la tecnología, las mejoras en los equipos de golf y las
bolas no ha cambiado mucho la media del hándicap de los jugadores de golf.
Siempre está el
jugador que cambia de maleta cada dos años y se mete en cuanta clase existe
y sigue con el mismo score a pesar del
super equipo.
Querido
golfista invierte en tu condición física, cuando mejores en ese punto los palos
y la alta tecnología solo serán de gran ayuda.
Lo más impo
rtante de todo es que desarrolles al
máximo la capacidad que tenga TU CUERPO
para poder hacer un Swing eficiente, sin olvidar que nuestras
articulaciones tienen una amplitud
articular que es distinta en cada persona.
No obligues a un señor de 70 años a tener la misma amplitud (giro) que
un chico de 16 pero cuidadito, de pronto te sorprendes que a pesar del
descuadrado Swing del Señor, su juego es más derecho, más efectivo y lo
disfruta al máximo.

Para poder
lograr una puesta en forma es importante la movilidad, la estabilidad, el
equilibrio, la consciencia corporal (propiocepción), la fuerza y la potencia.
Potencia: para generarla tenemos que sentir nuestros pies bien
conectados al suelo (propiocepción) de allí podremos utilizar las piernas para
aumentar la potencia del swing con un mínimo esfuerzo. Nuestro cuerpo se mueve
a través de cadenas cinéticas que relacionan a músculos y articulaciones y van
trasmitiendo la fuerza hasta su destino final, en este caso el swing. Si alguna parte de esta cadena no está bien
(lesión, debilidad, agotamiento) el organismo va a protegerlo y le daremos
mucho más trabajo a otras partes del cuerpo para compensar esta pérdida de energía.
(Lumbalgias de repetición, en muchos golfistas por falta de rotación en las
caderas y sobrecargan la columna).
Estabilidad: Cuando estemos en nuestro Stand tenemos que sentirnos
cómodos, estables para poder realizar los movimientos de forma más libres y que
la fuerza pueda fluir sin obstáculos por todas las cadenas musculares.
Movilidad: para tener mayor amplitud articular es muy importante el
estiramiento antes y después de salir al campo.
Si nuestras articulaciones están libres y con el rango de movilidad
optimo no tendremos ninguna resistencia para un Swing fluido y más natural.
Fuerza: Tenemos que analizar el Swing para saber que parte de
nuestro cuerpo tiene problema, hoy en día médicos y fisioterapeutas
especializados en golf pueden ayudarnos a encontrar nuestras debilidades, éstos
profesionales darán las pautas correctas para que tu Swing que es único e individual sea el más óptimo y
así puedas mejorar cada día tu hándicap.
En próximos
artículos iré publicando ejercicios para cada fase del Swing, y como poder
lograr la mejor condición física.
Fisioterapeuta
Osteópata
Golfista
Bibliografía:
1. CRAIG DAVIES; VINCE DISAIA.
Anatomía del Golfista. Editorial Tutor.
2. STEVE NEWELL, Remedios y ajustes para el swing de golf. Editorial
Tutor.