La fortaleza mental es uno de los requisitos más importantes y necesarios en toda actividad deportiva. Este punto es definitivamente uno de los fundamentales a trabajar en la preparación psicológica de todo deportista en general, pero sobre todo en los competitivos y aún más, los de élite y a su vez, es una de los más difíciles de lograr. La habilidad mental le puede permitir a un deportista con menores aptitudes y capacidades físicas que su contrincante lograr el triunfo.
"EL CUERPO HACE LO QUE LA MENTE DICE."
Pero, ¿qué es la fortaleza mental? Esta se conforma de diferentes componentes, como son:
AUTOESTIMA: El deportista debe tener consolidada una buena autoestima, sino cada derrota será vivida y sentida como algo muy doloroso que atenta contra su ego (yo), lo que podrá generar mucha rabia, enojo, frustración e incluso burnout (fenómeno de saturación por el cual los deportistas pierden la diversión en la práctica deportiva que puede ocasionar el abandono de la misma). Una persona con una adecuada autoestima reconoce su valía pero, también, sus defectos. Por esto, el deportista debe tener la capacidad de separar su vida personal, llámese amical, familiar, de pareja, etc., de la deportiva. Un deportista con una adecuada autoestima sabrá equilibrar las cosas y verlas desde su justa medida, sin engrandecer las victorias y derrotas.
"CADA SER HUMANO VALE POR LO QUE ES,
NO POR LO QUE TIENE O LOGRA."
AUTOCONFIANZA: En realidad forma parte de la autoestima. La confianza en sí mismo es vital para cualquier deportista, un deportista con una pobre confianza, nunca podrá rendir su verdadero potencial. Un elemento muy utilizado para alcanzar esto antes de las competencias son los llamados rituales o "cábalas", la creencia de que un hecho acción incrementa el rendimiento del atleta es real porque este lo cree así, es un afecto placebo (uno cree que algo funciona y esa misma creencia hace que funcione). Esta capacidad debe estar desarrollada de tal manera que no sólo se tenga confianza, sino que pueda mantenerla o recuperarla a pesar de lo mal que le esté yendo en la competencia o lo complicado de una situación adversa, debe siempre creer en sí mismo y en sus posibilidades sin importar que tan complicadas sean las circunstancias.
"UNO ES LO QUE CREE QUE ES."
TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN: En este punto tiene un valor muy importante la educación que se le ha dado de pequeño al deportista, mientras más acostumbrado haya estado a que le satisfagan sus caprichos y no se le haya fomentado la autonomía en sus acciones, tendrá menos tolerancia a la frustración y eso se verá, definitivamente, reflejado en su deporte. Es lo que se conoce en psicología como "locus de control", el deportista que atribuye sus derrotas o, incluso, victorias a elementos ajenos a él, tendrá un "locus de control externo" mientras que el deportista que atribuya sus victorias y derrotas a sí mismo, tendrá un "locus de control interno", estas personas se hacen responsables de sus éxitos y derrotas lo que les permite trabajar sobre estas.
PERSEVERANCIA: Se debe tener una gran capacidad de perseverancia en el deporte competitivo para soportar largas, duras e intensas sesiones de entrenamiento, privaciones. Una alta capacidad de perseverancia es fundamental para los atletas que desean llegar a lo más alto, los atletas que tienen esta capacidad intrínsecamente o trabajada adecuadamente con un psicólogo deportivo, pueden perseverar en la lucha por la victoria hasta el último momento, nunca dan nada por perdido, nada está dicho hasta que acaba el partido, perseveran en la lucha, hasta el final, a pesar del cansancio, fatiga, dolor o cualquier circunstancia que esté en contra de ellos.
“LO DIFÍCIL SE HACE, LO IMPOSIBLE SE INTENTA”
DIVERSION: La práctica deportiva tiene su origen en la diversión, por eso un niño comienza a practicar deporte, porque lo disfruta y eso hace que siga perseverando en el mismo. Esto, muchas veces, comienza a desparecer en las competencias. Un atleta que no se divierta en su deporte no durará mucho en el circuito competitivo.
"EL DEPORTISTA GANA PORQUE SE DIVIERTE."
MANEJO DE LAS EMOCIONES: Todo deportista que se deje llevar por sus emociones, verá afectado su desempeño y su concentración. Es importante controlar los nervios en los momentos críticos y no permitir que aparezcan las emociones negativas, manejarlas, retirarlas y buscar y promover las emociones positivas
"LAS EMOCIONES NEGATIVAS SACAN DEL JUEGO AL ATLETA."
MANEJO DE LOS PENSAMIENTOS: La mente nos habla constantemente, es por eso, que un deportista debe educar su mente para que lo alimente de los pensamientos adecuados. El atleta necesita pensamientos positivos y no negativos. El cuerpo hace lo que le mente dice, si la mente dice "no puedes hacerlo", el deportista no lo va a hacer, porque su mente le dice a su cuerpo que no es posible lograrlo, pero si la mente dice: "tú puedes hacerlo", se incrementará el rendimiento, alcanzando muchas veces mayor importancia y relevancia que el aspecto técnico.
Reseña realizada por:
Lic. Elena Sánchez Sánchez.
Psicóloga Sanitaria.
Máster en Psicología Clínica y de la Salud.
Bibliografía: 1.http://www.efdeportes.com/Revista Digital - Buenos Aires – Año 10 – Nº 90- Noviembre de 2005.
2)Etxebarria I, Fuentes MJ, López F, Ortiz MJ. Desarrollo afectivo y social. Madrid. Editorial Pirámide; 2001.