En la práctica deportiva las lesiones musculares fácilmente pueden pasar desapercibidas, ya que en la mayoría de los casos sólo ocasionan una leve impotencia funcional o un escaso dolor; por lo que el deportista puede continuar con su actividad normalmente y con sobrada fortaleza mental, llegando a hacerse más daño aún y cronificando su lesión si no sigue el tratamiento rehabilitador adecuado.
Sin el debido tratamiento desde su inicio se puede tener una fase de cicatrización de la lesión muscular alterada por lo que el músculo ahora es más susceptible de tener roturas miofibrilares importantes, el diagnóstico y su tratamiento oportuno ayudan a disminuir las secuelas de estas lesiones. El proceso de cicatrización puede tomar 3 a 16 semanas y es proporcional a la extensión de la lesión y su localización.
Unión miotendinosa: entre el músculo y el tendón, lesión típica en jugadores de fútbol
Las lesiones musculares suelen ser por estiramiento y pueden ocurrir durante el entrenamiento de una práctica deportiva, o por un traumatismo directo entre dos jugadores como ocurre en el fútbol, rugby, balón mano, atletismo, etc durante los juegos. Un ejemplo es la lesión del músculo cuádriceps femoral (MCF) frecuentemente encontrado en atletas debido a un esfuerzo excesivo durante contracción concéntrica o excéntrica, lo que provoca una alteración predominantemente en las zonas débiles como la unión miotendinosa, típico en el fútbol.
Qué hacer?
Es muy importante el conocimiento exacto de la extensión de estas lesiones para una planificación cuidadosa del tratamiento quirúrgico o de rehabilitación y determinar el momento oportuno para reiniciar la actividad.
El ultrasonido es ideal para determinar el tipo de lesión, el tejido afectado, la gravedad y el pronóstico y para realizar un seguimiento adecuado del proceso de curación.
Las principales indicaciones para realizar ecografía son la existencia de dolor local o la presencia de una masa de tejidos blandos.
¿Cuando debe realizarse un ultrasonido después de una lesión?
El tiempo ideal es 24 a 48 horas
¿Cómo se clasifican las lesiones musculares con el ultrasonido?
Grado I: elongación. El músculo estará estirado hasta el límite de su elasticidad, hay dolor en todo el músculo y generalmente involucra menos del 5% de las fibras. Se resuelve en 1 a 2 semanas.
Grado II: rotura parcial. Dolor con o sin pérdida de la función. Veremos aparición de un hematoma tanto en el sitio de la lesión como distalmente. Hay rotura de más del 5% de las fibras musculares. Se resuelve en 3 a 8 semanas o más.
Grado III: rotura total con desinserción del músculo. Hay retracción de la extremidad. Cursa con pérdida de la función y el tratamiento es quirúrgico.
En esta imagen de ultrasonido se observa fragmento muscular retraído (flechas verdes gruesas) y hematoma (flechas verdes finas).
El seguimiento seriado con ultrasonido es una buena opción y prudente para determinar cuándo es seguro reiniciar la actividad atlética; sin embargo no se puede abordar toda una decisión en base únicamente a imágenes, la clínica y exploración física del paciente son las principales herramientas para concretar un diagnóstico y tratamiento.
Dentro del tratamiento se estipula el tiempo requerido para una adecuada recuperación y cicatrización la cual podemos corroborar con el uso del ultrasonido.
Es por todo esto que se utilizan los estudios de imagen hoy en día, para ver más allá del dolor percibido y de la lesión física.
Con la ecografia o ultrasonido tenemos un estudio de imagen básico que nos ayuda a diagnosticar y hacer un seguimiento de los pacientes con lesiones musculares, pudiendo determinarse cuándo la lesión ha cicatrizado y así darnos una idea del tiempo de reiniciar la actividad física. Pero tal ves lo más importante sea que con esta sencilla y práctica herramienta, evitamos consecuencias nefastas de daño muscular haciendo concluir todo tipo de entrenamiento físico o deportivo.
Reseña realizada por:
Dra. Daniella Gómez Campos
Residente de Radiodiagnóstico del Hospital Fundación Jimenez Díaz, Madrid.